Testimonio: "Di a luz gemelos en distintos días" Revista Nuevo Vale

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Hayley Phillips tenía 23 años cuando se quedó embarazada y, en la primera ecografía, ya le dieron la feliz noticia: ¡Esperaba gemelos! Tanto ella como su marido Craig estaban muy emocionados con la llegada de los bebés. Empezaron a preparar la habitación: dos cunas, dos pijamas… El embarazo avanzaba sin complicaciones hasta que, una noche, Hayley empezó a sentir un terrible dolor de estómago. No le dio tiempo a llegar al hospital y ¡dio a luz a su primer hijo en el baño! Pero, ¿dónde estaba el segundo?
Cuando los médicos me dijeron que estaba esperando gemelos, mi marido y yo nos pusimos súper contentos. Y, justo en ese momento, tuve una premonición. Pensé que daría a luz antes de hora, por lo que no iba tener que esperar demasiado tiempo para verles la cara a mis hijos.

Un fuerte dolor en la barriga
Una noche estaba con mi marido, Craig, viendo la televisión en el salón de casa. De repente, empecé a notar un pinchazo muy fuerte en la zona de la barriga y lo primero que pensé es que algo de lo que había comido en la cena me había sentado mal. Y es que sólo estaba de 29 semanas, por lo que ¡era impensable que me pusiera de parto! Subí las escaleras para ir al baño y refrescarme un poco, pero sólo me dio tiempo a abrir la puerta. Una presión muy fuerte en la vejiga me obligó a sentarme en el suelo. Todo sucedió muy deprisa.

El presagio parecía cumplirse
Un minuto antes estaba tranquilamente viendo la televisión y, al siguiente, estaba en el suelo del baño dando a luz. La ambulancia llegó cuando Ryan, el primero de los gemelos, ya había nacido. Nos llevaron la hospital Sunderland Royal para poder dar a luz tranquilamente al otro bebé.

¿Por qué no llegaba el segundo bebé?
En contra de lo que todos esperábamos, las horas iban pasando y yo seguía ingresada. Sin rastro de Lewis. Y es que cuando llegué al hospital las contracciones ya habían desaparecido por completo, no parecía que hubiera dado a luz unos minutos antes. Pasadas unas tres horas desde mi ingreso, los médicos decidieron examinarme, puesto que no había ningún signo de que Lewis estuviera de camino.

Ya no estaba de parto
Sorprendidos, los médicos corroboraron que las contracciones habían desaparecido por completo. Nadie del hospital podía creerlo ya que, por regla general, cuando uno de los gemelos nace el otro sale rápidamente, casi al instante. Pero mi situación era completamente diferente, ya que mi útero se había cerrado como si ya hubiera terminado de dar a luz.

El embarazo de Lewis seguía adelante
Los médicos no vieron otra opción que enviarme a casa. Seguía estando embarazada de Lewis, pero no sabíamos cuándo nacería. Realmente, el pequeño estaba demostrando que no tenía ninguna prisa por hacer su aparición en este mundo.
Como no tenía molestias con el embarazo, pude pasar los siguientes días cuidando de Ryan, que al nacer prematuro tuvo que quedarse en la incubadora.
Nadie podía creerse lo que me había pasado
Craig avisamos a nuestros familiares y amigos para que vinieran a ver a Ryan. Cuando les explicamos que Lewis todavía no había nacido, nadie podía creérselo. ‹‹¿Cómo era posible?››, me preguntaban todos.

El bebé estaba muy cómodo sin compartir el espacio
Al ver que pasaban los días y Lewis no llegaba, los médicos decidieron hacerme un escáner para que comprobar si Lewis seguía creciendo sano y salvo. ¡No podían creerse lo que mostraba la ecografía! Parecía que el pequeño Lewis estaba encantado de no tener que compartir el espacio con su hermano. Disponía de un espacio extra y se había adaptado a él.

¡Por fin volvía a estar de parto!
Al tercer día desde que el pequeño Ryan viniera al mundo, volví a tener contracciones. ¡Por fin tendría a mis dos bebés! Esta vez nos dio tiempo a llegar al hospital y tenerlo en la sala de parto. El pequeño Lewis llegó al mundo 51 horas después de su hermano. Fue maravilloso ver que finalmente tenía a mis dos hijos juntos. Estaba feliz pero también aliviada, porque todo había salido bien.

Ryan, Leo; y Lewis, Virgo. ¿Tendrían algo en común?
Los gemelos tenían cumpleaños diferentes y, además, habían nacido bajo signos distintos. Ryan es Leo y su hermano Lewis Virgo. No había lugar a dudas: mis hijos eran los gemelos menos parecidos del mundo. Es muy curioso cuando se lo explico a algún conocido. Y es que la gente se queda perpleja.

¿Cuándo celebramos el cumpleaños?
No queríamos que los bebés olvidaran que se habían gestado en la misma placenta y que su vínculo era muy grande. Por eso, decidimos celebrar una fiesta en honor a los gemelos entre las dos fechas. De esta forma, tendrían una celebración tradicional de unos gemelos. Igualmente, los pequeños tienen su fiesta individual el día concreto de su cumple.

Instinto de protección
Cuando Ryan y Lewis sean lo suficientemente mayores como para entenderlo, les explicaremos toda su historia. Son unos niños muy especiales y conocer cómo vinieron al mundo reforzará su complicidad.
La responsable de prensa de Twins and Multiple Births Association (Asociación de Gemelos y Múltiples Nacimientos) me confesó que este suceso era muy singular. Al parecer, han tenido casos de mujeres que han dado a luz a gemelos en días distintos, pero la distancia entre los nacimientos nunca ha superado los dos días. La única explicación que encontraron a los tres días que separan el nacimiento de Ryan y Lewis es que mi cuerpo intentó proteger al segundo bebé. Ryan es un niño muy prematuro y mi útero se bloqueó para preservar al otro pequeño dentro de mí el tiempo suficiente para que naciera sin riesgo. >>